por: Max «Drlacxos» Cueto.-
Si algo no ha parado en este periodo de cancelaciones y pausa a nivel mundial, es la música, y aunque sin llevarla a un formato en vivo la experiencia no es completa, hemos sido testigos de como los lanzamientos no han parado, muchos artistas se van contra todo para no cambiar los planes que tenían para este 2020, de igual manera han aprovechado este tiempo para ser más productivo.
Algo que puede definir la escena local hoy en día es la variedad, la versatilidad en los proyectos locales, donde no se cumple una exclusión en los últimos tiempos, y así hemos abrazado proyectos totalmente diferentes, desde los más bailables hasta los más experimentales. En esta ocasión tenemos 3 producciones de este 2020 donde nos tomaron por sorpresa, entre el regueton, el dembow, y otros ritmos bailables, haciéndonos ponerles atención y tenerlos dentro de nuestra oferta.
Mediopicky – Pablito [2020].
Desde el principio Mediopicky decidió sacarle provecho a la cuarentena, un ejemplo de ello es el lanzamiento de su primer EP para este año «No Salgas», y todas las colaboraciones que ha mostrado tanto como productor o como voz cantante, desde Gigi Mota, Lena Dardelet, Diego Raposo, entre otros.
Pablito es el segundo trabajo que lanza el productor local este año, pensado como el único material que lanzaría, un largometraje que desafía las tendencias del «single» en estos tiempos, sumando 17 canciones en 47 minutos. Trabajo que muestra todas las facetas de Pablo, haciendo mostrar la versatilidad en las creaciones de géneros, mostrando que fusiones como las que hace con el dembow y el regueton son el genero principal, se muestran claramente en temas como «El Paletero«, «Flipa», «Tu Te Ta», «Arjona«, o «Dime» junto al cantante chileno Adrianigual.
En la producción hay espacio para los inventos, algo de lo que Mediopicky nos tiene acostumbrado, como la ya conocida «Ella Se Despierta», «Escuchar Metal» en donde en pocos momentos intermitentes sentimos una guitarra con distorsión. «Give it to You» es otra sorpresa, ya sea por el idioma que está interpretada o por como va desarrollándose, la lenta y pausada «Bg» seguida por «Me Parece»; hip hop en colaboración de Acentoh en «Penétrometro» y las fusiones con ritmos cariocas en «Pata» y «Patronales» para ir bajándole los decibelios al álbum y entrando a lo mas experimental con «Cenizas» y «La Canción que no tiene Cymbal».
Pablito es la muestra de como se mantiene Mediopicky nadando en diferentes aguas, creando canciones solo por diversión, sacando provecho a sus conocimientos y al tiempo.
Kease – Kease [2020].
A veces lo interesante de una producción va condicionado por el conocimiento de su creador, y más que el resultado final, sino saber que las manos que estan detrás salieron de su zona de confort para crear algo totalmente diferente e inesperado, eso pasa con Kease, uno de los proyectos del productor y músico Gabo Lora junto a Leon Yes. Gabo es una ficha conocida, a quien conocemos por sus trabajos electrónicos tanto por ser el creador del sello local «Stereoptico» o por ser parte de aquel «Los Misterios» que acompañó a Rita Indiana en una de sus aventuras.
Kease muestra una linea urbana marcada por el regueton, el trap y el R&B, agregando refuerzos y adornos en los beats, aprovechando la experiencia dentro de la electrónica de sus creadores. En este corto viaje de 7 canciones encontraremos canciones como el «El Economista», una balada urbana con esencia de trap, un regueton que le da el sello al proyecto en «Kease», pero otro de los momentos altos es «Ponme Ron», una canción que va a muchos lugares dentro de esta producción y se nota en su composición. Seguimos con la veraniega «La Playa», y las dos colaboraciones junto a Tati M. en «El Afterparty» y ‘La Reina».
Kease es una búsqueda de los nuevos tiempos en la música popular, dos productores experimentados cambian de rumbo creando un proyecto paralelo atrás de los nuevos códigos, de la aceptación, en busca de nuevas experiencias.
Calacote – Chikirikí the EP [2020].
Si alguna vez tienes la oportunidad de ver en vivo a Calacote procura no reírte hasta que no lo veas cantando, no juzgues el libro por la portada, y es que como él mismo se auto-domina «el hijo del cibao», parece un experimento que al final no sabemos hasta donde va a llegar, y así es su música: una mezcla de ritmos urbanos, entre rimas burlescas, a veces confusas, un juego entre fonemas, creando una serie de cacofonías y onomatopeyas que crean un efecto interesante.
Eso es Chikirikí, un corto trabajo para no tomarse en serio, alejado del «fanfarroneo», y donde este santiaguero que vive su vida entre New York y Canadá, mezcla en su dialecto todo lo que lo influye, desde el lenguaje coloquial hasta la cultura pop. No vayan a mal interpretarnos, el trabajo de Calacote no es inofensivo, para nada, el empleo de un lenguaje soez en sus canciones está a la orden notables en canciones como «Ass, Culo» la bailable «Ruleta», «Mi Historia» y «Vete Muchacha»