Dominican Blues.

por: Manuel Betances

Amargo, amarga.
adjetivo
Es uno de los cinco sabores básicos. Es el más necesitado de los hábitos para que sea gusto adquirido y es debido a que es quizás el más desagradable de los cinco.

De vivir ‘amargao’ hasta gozar la vida sin límites hay un solo paso, o trago. Y claro, la música juega un papel importante a la hora de definir un instante de nuestra efímera existencia, y de eso sí sabemos los dominicanos. Uno de esos géneros musicales que se ha convertido en un sello identitario de nuestra idiosincrasia es sin lugar a dudas la bachata. En este sentido nos da tres pitos el que quiera creer que puede apropiarse de algo tan autóctono como lo es el ritmo que nos ha acompañado desde la segunda mitad del siglo XX. Por más tésis que se tejan o se planteen sobre sus orígenes, la bachata es dominicana.

No en vano se le ha denominado a la bachata (el género musical ya definido, y no a la fiesta o jolgorio donde se tocaba todo tipo de música en barrios, cuarterías o patio desde los años 40 en Santo Domingo), como música de amargue o de guardia (eso si queremos hacer un introducción breve, porque el tema es extenso) y de paso para muchos entendidos en la materia y con sobrada educación musical, se le ha denominado como el blues dominicano. Desde sus letras llenas de nostalgia o melancolía, ya sea que nos hable de un amor que se fue o que se está a la espera de un ser especial, lo que queda claro es que en la bachata la mujer ya se fue o no ha llegado. Y esa infinita tristeza reflejada en su variada temática, nos acerca a la expresión portuguesa del fado, al citadino tango argentino o al indefinible concepto que abarca la saudade desde Brasil.

Es por eso, y con miras a ofrecerles cada mes una playlist con un tema que nos haga identificar con la musicalidad que nos rodea, hoy bajo la curaduría de nuestra Joelle Díaz (@quienecuca), les traemos Dominican Blues, una selección con bachata roja, o aquella bachata que ha mutado en la diáspora, esa que ha quedado arraigada en un va y ven de viajero dentro de una maleta, o la que dice presente en nuevas generaciones a través de las fusiones la cual se enriquece de nuevos colores y matices estéticos con el fin de recrearla, disfrutarla y bailarla.

Escuchen, bailen, compartan, pero sobre todo recuerden algo: la bachata fue nuestro primer género urbano de musica, ya que nació en la capital dominicana y por eso desde diciembre de 2019 ha sido declarada como  patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco.

PLAY!

Playlist: Joelle Díaz (@quienecuca) //Arte: Paul Vasquez (_Quequelo)