Por: Manuel Betances.–
Pensando así en frío, ‘lo malo’ de que hayan tantas cosas buenas a nivel de propuestas de este tipo en el país, es que todo puede quedar archivado (atrapado) en servidores, o que ese link para escuchar se quede entre grupos de WhatsApp, lo que propicie que solo le llegue a un grupo de panas este tipo de material. Después, todo bien.
Desde la simpleza que puede escucharse acá, todo generado con un teclado Casio -posiblemente de esos que vendían a plazos en alguna tienda de El Conde en los 80 o eran anunciados en El Mundo del Juguete-, la calma y reflexión (por momentos) nos acogen durante 22 minutos, en un EP que nos sigue diciendo que todo es posible si hay intención. «Simple Music» nos genera un estado emocional muy parecido al que podíamos experimentar en una de las yolas del Jardín Botánico de Santo Domingo, dentro de su Gran Cañada o al contemplar las libélulas sobre los nenúfares del Jardín Japonés.
Gracias a la magia del tecno bajo la estética del chiptunes podemos encontrar muchos guiños que nos va dejando Reptiles Reptiles, una especie de alter ego creativo de Oscar Chabebe (uno de tantos, por lo visto). Tenemos 7 tracks que adornados bajo la bandera de la electrónica minimalista, se adentran a ciertos patrones sonoros de otras latitudes. Bueno, ni tan lejos, por ejemplo el tema «Guagua» nos da un ga-gá cuyo fututo podría estar decorado con Mini Jack plugs o cables XLR. La joya de este EP viene envuelta en 3 minutos de buen manejo en cuanto a cadencia de nuestro merengue, faltaba más, el título invita de por sí: «Merengue Post Post».
En fin, que el disco empieza golpeándonos masivamente desde su portada bien ‘blue print’, con fachada de vivienda básica y general de pueblo. Buen jab del encargado del arte, Tadao Kawamura. Y así se acaba Simple Music, y volvemos a ponerlo en repeat en cualquier plataforma. Y por favor no deje que esta producción coja polvo en un frío servidor.
Vamos, escúchelo de nuevo.
Cómprenlo en Bandcamp.