por: Max «Drlacxos» Cueto
El 2019 ha sido un año clave para la música local, ya que se ha creado una escena llena de variedades, [si usted es de lo que creen que no existe una escena, cuando vaya a un concierto mire a su alrededor] y diversidades donde hay de dónde escoger, y qué escoger.
Abro esta reseña tocando el punto de la variedad y de lo interesante que va la escena para hablar de La Marimba; Mariela pichardo a quien vi por primera vez mucho tiempo atrás acompañada de Nicole Santiago (Nikola) en un tributo a Bob Marley en el hoy desaparecido «Cinema Café». Luego las vería juntas acompañando al maestro Toné Vicioso meses después, y desde ahí ambas eran las promesas del futuro, no solo por poseer voces encantadoras, sino también por el dominio escénico y la capacidad de tocar instrumentos musicales, acto que no era muy común en la escena, las coritas eran coristas, y las voces femeninas eran simples frente de las bandas.
La Marimba lanza su carrera como solista en un tiempo donde un grupo de jóvenes han retomado el folclore dominicano agregando aires diferentes, haciéndolos suyo y defendiendo estos ritmos autóctonos y otros heredados. Iniciando con buen pie, una pequeña gira a Estados Unidos, una nominación a los Premios Soberano, la búsqueda de un público, la creación de un sello, en una escena que sigue en crecimiento.
El sonido de La Marimba es eso, esa mezcla de tiempos, de ritmos, con los que creció y con los que ha conocido con el tiempo, su primer trabajo discográfico «Seré» más que una interrogante del futuro, es más bien una confirmación, un buen inicio, la génesis de lo que puede ser una carrera sólida, a veces difícil de ser encasillada. Contando con su banda, formada por los músicos como Rocio Damirón, José Carlos Oviedo, Joel Pacheco y Sosa Mas Nada sumándole invitados interesantes desde José Duluc, Jean Cuevas, y Pablo Alcántara «Medio Picky».
Abriendo con «Seré», tenemos el primer golpe de La Marimba donde su voz muestra la dulzura y la fuerza de sus vocales que funde en un merengue con acordeón evocando una especie de comarca tradicional, para pasar a otra demostración con un tema más pop que el anterior, «Agua que Llegó» con un aire «jazziado» dando buenos puntos a la producción con uso de doble voces, la música sigue mostrando esa unión de ritmos de adentro. «Memoria» es una especie de colaboración entre el productor local MedioPicky dándole un toque un poco más electrónico, pero sin perder la esencia orgánica que viene arrastrando la producción, una canción bien cuidada, cada detalle muestra que nada es apresurado, todo toma su tiempo. Buen trabajo de orden en las canciones, al parecer la mitad de la producción es para ofrecernos otras de las cosas que La Marimba pudiera hacer en su sonido a futuro.
«Otra vé» continúa el camino de Seré, presentando las facultades de La Marimba, su banda, punto que no podemos olvidar, los detalles de la producción son de aplaudir. «No se puede Apagar» es la canción que cierra Seré, y si nos fijamos todas las canciones van a una dirección, el echar para adelante, el vivir, el no arrepentirse de lo pasado, o caer y volver a intentarlo, con la frase «olvidate de la situación y vivamos na’ ma este momento» como si fuese un mantra invitándonos a pasarla bien, a disfrutar los momentos del presente.
Con un primer álbum afuera, La Marimba tiene una tarea: mantenerse creando, brindando lo que puede hacer, darse a conocerse fuera del circuito o la burbuja de los mismos lugares, de la misma gente, enfrentar el gusto popular, o buscar un público que desconoce todo el talento que posee.