El campesino Kike Céspedes hace merengue en otra onda.

por: Max «Drlacxos» Cueto + Manuel Betances.

El merengue sin duda está en el ADN del dominicano, es nuestro ritmo nacional siendo nuestra carta de presentación, y como ritmo en sí es el más conocido, el más bailado -sin ofender a la bachata o nuestros ritmos autóctonos-. Dejando de lado el discursito de que el merengue está en crisis, su cadencia musical posibilita ampliar su estructura y hacerlo adaptable a cualquier estilo foráneo, las fusiones son para eso. El mismo es tan ancho como otros géneros musicales, qué cada día encontramos nuevos estilos, nuevas versiones, nuevas construcciones, pero al final es merengue, y creemos que ahí deben enfocarse quienes hablan de una decadencia del mismo.

Kike Céspedes, mejor conocido como «El Campesino» apuesta al merengue, pero basándose en su expresión pura y en un estilo más «relax», el cual exhibe una calma hermosa que lo lleva por otros aires, en una especie de chill out con nuestro ritmo tropical. «Querer Queriendo» nos recuerda en su base de piano a esos trabajos ya conocidos de hace décadas; trabajos que lo atestiguan los merengues de Primitivo Santos, Damirón & Chapuseaux o el mismo Wilfrido Vargas y Manuel Tejada (por mencionar algunos ejemplos en sus arreglos) con el uso de sintetizadores y teclados, y aunque la sonoridad de este tema puede caer en lo clásico es precisamente ese recurso que le da otro color. Recurso que lo pasea de una manera dulce, con unas letras del cantautor que van de la mano en unos coros que  evocan un bossa nova arrullador, y nos ayudarán a tararearlo después que lo tengamos dando vueltas en la cabeza.

Así con un arte de las manos de Eddaviel conocemos «Querer Queriendo», en lo que pudiera ser considerado como un simple merengue, pero no, este merengue es otra cosa,  y si quieres saber de qué hablamos, entonces escucha: