por: Yaissa Jiménez [colaboración]
Las lecturas, ese es un regalo divino del arte. Las lecturas son piezas que nacen de la pieza, lecciones que nacen de la pieza, nuevas ideas que se forman a partir de la pieza. Y pasa que uno de los cánticos más hermosos del folclore dominicano es el protagonista en una pieza que presenta tres hilos conductores invisibles que hoy toman color y nos muestran todas las lecturas que nos ofrecen. Nikola y su “Ola de la mar” lograron este cometido con el lanzamiento del video que acompaña a este su primer sencillo.
Hablando con la cantante salió a relucir el primer hilo que se desprende del video, y son varios cortes en dos locaciones, primando la playa durante el 90% de las tomas. Este trabajo audiovisual, dirigido por Karla Read, se toma las licencias de ser una propuesta minimalista con mucho contenido abstracto, Nikola en el centro y la transformación de la infancia a la adultez representada gracias al personaje que le acompaña danzando. De allí el primer hilo, pues en palabras de Nikola, esta es una escena inspirada en la galardonada película “Moonlight”. Estos efectos colaterales que se manifiestan en piezas tan contextualmente lejanas entre sí, pero tan unidas por muchos aspectos comunes, se convierte en un hilo conductor que de repente toma color. Gracias a ese trabajo vemos como se traza una línea más en el dibujo infinito que se diseña alrededor en los discursos afro descendientes que están renaciendo, y evolucionando en pleno siglo XXI. No es una casualidad que esta pieza impactara el video de esta canción, y es una prueba de que estamos en la época en que la belleza de la retorica afro-descendiente está tomando un lugar protagónico, tanto en lo abstracto como en el video de “Ola de la mar”, como en lo concreto siendo el caso de la película “Moonlight”.
Y precisamente por retórica afro-descendiente pasamos al segundo hilo que se hace visible, el folclore como una máquina de inspiración. No es para nada nuevo que este sea utilizado como herramienta para armar un sinfín de piezas, pero lo que es nuevo es el sonido que “Ola de la mar” representa y lo mucho que le aporta a las lecturas de esta bellísimo cántico: “Ola, ola, ola de la mar, que bonita ola para navegar”. Y sí, gracias a este detalle podemos literalmente navegar entre todas las lecturas nuevas que nos hace experimentar el tema, e incluso las otras que podrían salir de nuestro propio imaginario.
Saliendo de allí vamos al tercer hilo, “Ola de la mar” y su conexión con la danza contemporánea. Antes de que se lanzara el video, por inercia y la musicalidad impecable de la canción, la bailarina Aurora Despradel colgó en su cuenta de Instagram un video bailando con el tema. Le siguieron los talentosos Joel Rodríguez y Selma Angelina respectivamente. Todos se animaron a hacer una propuesta repleta de danza contemporánea. Cuando sale el video, ¡allí está! Es una pieza audiovisual cargada de este estilo de danza. Este hilo conductor se transformó, imaginamos, en un deleite para la misma Nicole, quien habrá tenido la sensación de haber dado en el punto justo con el video, mucho antes de lanzarlo.
Estos son solo tres, pero sabemos que cada lector encontrará muchos más. Muchos más hilos visibles, muchas más lecturas, mucho más aporte en forma de planteamientos y mucho más discretos secretos que sabemos cada quien puede entregar de su interpretación personal. El arte es una espiral constante que se retroalimenta y crece, solo basta poner atención para sentir este proceso y hacerse parte.