por: Max ‘Drlacxos’ Cueto.-
En una escena urbana/alternativa dominicana en constante transformación, IDEL busca posicionarse como una de las voces más singulares y prometedoras de su generación. Cantante, compositora y actriz, ha construido un universo sonoro donde el pop urbano dialoga con el afrobeat, el R&B y la experimentación, siempre sostenido por una voz que equilibra vulnerabilidad y fuerza. Con TAÍNA, su segundo EP, IDEL profundiza aún más en esa búsqueda creativa y personal. Este proyecto (que también funciona como su tesis universitaria) es un recorrido íntimo y simbólico en el que enlaza música, memoria e identidad a través de nueve canciones que evocan resistencia, herencia y espiritualidad taína. El resultado es una obra que no solo amplía su propuesta musical, sino que también reafirma su compromiso con el arte como herramienta de sanación, memoria y empoderamiento. IDEL emerge así como una artista que no solo interpreta, sino que redefine lo que significa hacer música alternativa y profundamente conectada con sus raíces desde la isla. [Lee nuestra reseña aquí]
tuvimos la oportunidad de hacerle unas cuantas preguntas sobre ‘Taína’ y de este interesante proyecto:
Discolai: Idel, eres una de esas nuevas voces que tenemos en la escena. El año pasado lanzaste Afrodita junto al productor Heoluih y este año nos ofreciste una nueva producción, Taína. La misma surgió como un proyecto íntimo y académico a la vez: ¿cómo fue el proceso de convertir tu tesis universitaria en una obra musical y espiritual?
IDEL: Primero que nada, muy agradecida de poder compartir y conversar con ustedes acerca de este hermoso proyecto. Para mí, más que un placer. Taína surge como un proyecto que, en principio, iba a ser solamente música. El nombre me surgió justamente con la idea de Afrodita. Afrodita lo desarrollamos, pero yo quería seguir por esa línea en la que mi arte no fuera únicamente música, sino que conectara con algo más allá. Que contara historias, que integrara elementos culturales que pudieran trascender.
El proyecto, el nombre, tomó aproximadamente dos años para cobrar vida. No fue hasta que decidí regresar a mi alma mater para terminar mi carrera de Comunicación Social que empezó a tomar esta forma. Y la verdad, no lo hice por gusto propio: ya llevaba años alejada de ese tipo de oficio, porque me dedico a la enseñanza del canto y a la parte artística. Pero pensé: “Si voy a hacerlo, tiene que ser a mi manera”. Y la mejor manera de conectarlo con mi realidad era a través de la música. Fue algo consensuado, hablado con mis maestros. Al principio era una idea muy loca, un proyecto bastante ambicioso, porque no es solamente música: es historia, es herencia, es cinematografía. Tiene muchos elementos y realmente es un proyecto que, hasta ahora, sigue llenándome de mucho orgullo.
Visitaste las Cuevas del Pomier y participaste en rituales taínos como parte de la creación del EP: ¿qué experiencias de ese proceso marcaron más tu manera de hacer música?
La experiencia en las Cuevas del Pomier fue muy mágica, algo único; nunca había vivido nada parecido. No tenía idea de la existencia de esta reserva antropológica tan grande en nuestro país, en parte porque no ha tenido tanto auge, a pesar de haber sido declarada patrimonio tras el discurso del presidente el año pasado (si mal no recuerdo). Es un lugar que no solo necesita protección, sino también mayor difusión y promoción. Poder acercarme a ese espacio, compartir con el colectivo que se encarga de realizar los areítos y encuentros, fue realmente enriquecedor y es una experiencia que me llevaré para toda la vida. No es como solemos pensar, que el arte taíno o sus costumbres están extintas; basta con mirar nuestras montañas, cordilleras y ríos para reconocer que aún hay mucho que habla de esa civilización que estuvo antes que nosotros.
Las Cuevas del Pomier se convirtieron en un hallazgo esencial y en un elemento muy importante dentro de mi investigación y de la creación de Taína.
En canciones como ‘Color Indio‘ cuestionas las enseñanzas de blanquitud impuestas desde la infancia; ¿cómo dialoga esta reflexión personal con tu rol de educadora?
Creo que va muy de la mano, porque hay muchas cosas que nunca aprendí en los libros de historia cuando estaba en la escuela. Muchas veces los maestros no tenían la información o no encontraban la manera más clara de explicarnos que no se trató de un intercambio cultural, sino de una extinción de una raza, de una mezcla forzada.
En esas intervenciones que aparecen entre canción y canción en Taína, hay mucha información que me toca a mí de manera personal. Y en mi rol de educadora, al momento de hablar o hacer referencia a la herencia taína, siento que ahora tengo más propiedad para hacerlo, sin maquillar las cosas como tantas veces lo han hecho los medios o incluso el mismo sistema educativo con la juventud dominicana.

El EP atraviesa la resistencia, la memoria y la herencia indígena desde una mirada femenina: ¿qué significa para ti aportar esta voz dentro de la escena musical dominicana actual?
Tiene un poco de dos mundos. Por una parte me siento muy agradecida y orgullosa de poder realizar este tipo de proyectos, y por otra, me daba , y a veces todavía me da ese miedo de pensar: “¿será bien recibido?”. No se aleja del todo de la escena urbana ni de esas influencias que me marcaron cuando comencé a hacer música, pero como siempre digo, hay un nicho para cada quien y nosotros estamos construyendo el nuestro. Para mí es un honor dejar un proyecto como Taína circulando, que quede ahí para la historia. No sé qué pueda significar mañana, pero lo estoy haciendo desde un lugar de mucho respeto y de mucha pasión por mis raíces.
Hablando de eso, ¿tienes alguna referencia femenina de la escena local?
Hay muchas mujeres a las cuales admiro bastante, porque en este país somos ricos en cultura, talento, colores y sonido, y en artistas femeninas. Puedo mencionarte a Xiomara Fortuna, que es la ‘mamá’, como digo yo, de este tipo de proyectos y de música. Como ella, hay muchísimas más: Leton pé, que también está rompiendo; Sneni; y muchas otras artistas con las que, gracias a Dios, he podido tener acercamiento directo y a quienes respeto bastante. Por eso, no puedo mencionar solo una. Cada quien está haciendo propuestas diferentes dentro de su propio nicho, y todas están saliendo muy bien.
Taína también se acompaña de un cortometraje visual dirigido por Leslie Rubiera: ¿qué papel juega la imagen en potenciar el mensaje espiritual y sonoro de tu obra?
Realmente, si no fuera por el cortometraje que realizamos, la imagen no tendría el mismo impacto que el mensaje. Vivimos en una época donde cada forma de arte suele ir acompañada de un complemento visual, y la música sola no siempre puede generar el impacto deseado. Al presentar este proyecto a mi equipo de trabajo, no solo a Leslie Rubiera, sino también a mi directora creativa, Azul, pudimos crear un concepto que superó lo que yo tenía en mente. Creo que la imagen forma realmente parte del proyecto; es como el 50% o 60% del mensaje.
Además, muchas cosas están revalorizadas y resignificadas, porque no tenemos certeza total sobre cómo vestían o qué hacían. Hay algunos archivos e información, pero al no conocerlo completamente, podemos usar elementos visuales para reverenciar y referenciar las costumbres de este pueblo. Por eso, creo que sin esa parte, el proyecto no hubiera causado el mismo impacto.
Cierras el disco con piezas esperanzadoras como “Dejarte Ir” y “Sigo Aquí”: ¿qué mensaje quisieras que el público se lleve después de escuchar y vivir Taína?
De ‘Dejarte Ir’ y ‘Sigo Aquí’, realmente tengo muy claro cuál es el mensaje que quiero que la gente se lleve: que abracen su cultura y la conozcan. Muchas veces es difícil que alguien de otro país se enamore de la cultura dominicana y que realmente la represente con orgullo, como ocurre con algunos canales de YouTube o medios de comunicación que ni siquiera son dominicanos. Por eso, este proyecto es una invitación a investigar más allá de lo que dicen los libros o lo que aparece en internet, a construir y sacar tus propias conclusiones a partir de lo que ya está escrito. Es un mensaje un poco melancólico, porque hablamos de una raza extinta, pero al mismo tiempo es una invitación a acercarse, a conocer de dónde vienes y qué pasó contigo. Por eso incluso el orden del setlist y de las canciones sigue esta lógica y narrativa.
Ya para cerrar, ¿cuáles son los planes futuros que podemos esperar de Idel?
Realmente, tengo muchas cosas en mente. Me gustaría seguir explorando mi parte actoral y continuar haciendo proyectos que generen impacto cultural, que conecten con lo que estoy haciendo actualmente como maestra y ahora también como licenciada en comunicación social. Quiero tener la oportunidad de seguir explorando la cultura, la poesía, la belleza y todo aquello que considero importante en este mundo, y que muchas veces permanece dormido por falta de un equipo que le dé visibilidad.
Por eso, podemos esperar más música, más colaboraciones y muchísimas propuestas, tanto a nivel musical como actoral, porque ambas ramas me identifican mucho y siempre he tratado de llevar mi carrera trabajando estas dos áreas de la mano.
Puedes escuchar esta entrevista en nuestro programa radial Emisión Discolai por RFI Santo Domingo 90.9 FM, lunes 6:00 PM y re-trasnmision martes 8:30 AM. Y la edición internacional por Musica Maestro Radio (online) los martes a las 2:00 PM
