por: Max ‘Drlacxos’ Cueto.-
A mitad de año, la escena alternativa dominicana sigue demostrando que no se detiene. Entre lanzamientos introspectivos, producciones sofisticadas y búsquedas sonoras que se alejan del molde, estos cuatro nombres : Jinzus, Mickey Destro, Diobél y Franklin Calderón nos ofrecen un vistazo a las muchas formas en que se puede construir identidad musical en el 2025. Desde el pop emocional hasta el house melódico, del lo-fi confesional al urbano sentimental, estos proyectos trazan caminos diferentes pero igual de honestos. Aquí un repaso por algunos de los trabajos que ya están marcando el pulso del año.
Jinzus – PRIMEVERÁ
Jinzus es el proyecto musical de Jesús Alberto Peña Abreu, un artista dominicano que busca consolidar su nombre dentro de la creciente escena musical alternativa dominicana. Su propuesta transita entre el pop contemporáneo y las fusiones urbanas, con una producción que destaca por beats de reguetón suave, atmósferas limpias, sintetizadores ambientales y melodías vocales accesibles. A diferencia de las fórmulas tradicionales del urbano, Jinzus no busca “romper la pista”, sino crear una conexión emocional con el oyente. Su sonido incorpora guiños al pop alternativo y al R&B contemporáneo, recordando por momentos a artistas como Jesse Baéz, Girl Ultra o incluso Feid, en sus producciones más introspectivas. Con su primer EP titulado “Primeverá”, compuesto por cuatro canciones, Jinzus ofrece una carta de presentación honesta y sofisticada. La producción está a cargo de Kaemeprod, su aliado creativo, quien aporta una pulcritud sonora destacable. En el EP predominan bases limpias y definidas, con patrones de dembow, reguetón suave y arreglos electrónicos modernos, que refuerzan una sensación de frescura sin perder la esencia caribeña. Este trabajo destaca por su identidad sonora clara: urbano melódico, emocional y accesible, sin caer en la agresividad del mainstream. Una mezcla pensada tanto para la intimidad como para la pista, buscando ese toque comercial que le permita a Jinzus salir del anonimato sin perder autenticidad. El tema “Arrebatao”, que ya había sido presentado en años anteriores, regresa como pieza central del EP. En esta nueva versión, se reconfigura dentro del universo sonoro de Primeverá, destacando por su versatilidad y capacidad de adaptación. Funciona como punto de entrada al mundo de Jinzus, donde lo emocional, lo visual y lo técnico conviven de forma armoniosa.
Mickey Destro – FWBF ( Friends Who Became Family)
El productor y DJ dominicano Mickey Destro presenta FWBF (Friends Who Became Family) como una obra que celebra la colaboración creativa, la evolución personal y la arquitectura sonora del house melódico. Con una duración cercana a la hora, el álbum reúne once pistas que orbitan en torno a una estética precisa: deep house emocional, dance pop estilizado y la lógica funcional de sets para club. Desde los primeros compases, el álbum revela un trabajo de mezcla meticuloso. Destro logra una ecuación balanceada entre energía rítmica y capas melódicas atmosféricas, donde nada suena saturado ni superfluo. Cada elemento —desde los kicks hasta las vocales— ocupa su propio espectro, manteniendo una claridad que es clave para la reproducción en entornos tanto de escucha íntima como en pista. Uno de los sellos de este álbum es el tratamiento vocal. Colaboradores como Althërego y Chez Tropics aportan voces melódicas que se integran como un instrumento más dentro del paisaje sonoro. No hay exceso de efectos (autotune, pitch shift o formantes extremos); más bien, el énfasis está en la naturalidad emocional y el equilibrio armónico con los acordes. Aunque es una compilación con distintos colaboradores y versiones (radio edits vs extended), el álbum mantiene una narrativa coherente. Las transiciones de una pista a otra son orgánicas, y la duración está calculada para evitar la fatiga del oyente. Las versiones extendidas cumplen con la función de transición para DJs, mientras que los radio edits permiten un consumo directo y emocional. FWBF no es un ejercicio de lucimiento técnico, sino una muestra de madurez creativa y sensibilidad sonora. Mickey Destro se consolida como un productor que sabe dónde ubicar cada elemento, cómo construir ambientes emocionales sin recurrir al exceso, y cómo hacer que once tracks funcionen como una sola visión.
Diobél – Amuletos
Si algo ha demostrado Diobél es su consistencia creativa y una evolución sonora cada vez más refinada. Su nueva producción, Amuletos, es prueba de ello: una obra pausada, íntima y experimental que reafirma su lugar como una de las voces más singulares del pop alternativo dominicano actual. Lejos de fórmulas convencionales, el álbum se desliza por paisajes sonoros que abrazan el lo-fi, el indie pop y el dream pop, en un registro casi confesional que prioriza la emoción sobre el espectáculo. Es un disco introspectivo y atmosférico, construido a partir de bases rítmicas mínimas, sintetizadores flotantes y texturas saturadas, generando una sensación constante de cercanía y fragilidad. Hay intención artística en cada detalle: en cada ruido de fondo, en cada susurro que no fue editado. Cada canción de Amuletos funciona como un pequeño talismán sonoro —de ahí su nombre— que captura o protege un estado emocional distinto. Piezas como “EMOTIONS”, “Good Chemistry”, “Demons & Angel” o “Ajedrez” rompen con las estructuras pop tradicionales: en lugar de perseguir un clímax, se permiten flotar, repetirse, desaparecer. Este es un disco que pide ser escuchado con paciencia, en modo contemplativo. Su fuerza no está en el “impacto inmediato”, sino en su capacidad de resonar internamente, incluso días después de haberlo escuchado. Temas como “Kola Real” destacan por su carácter experimental y refrescante, una mutación interesante entre bachata, trap e indie pop que ofrece una lectura nueva del sonido caribeño. Por su parte, “The Time” se convierte en una experiencia hipnótica y actual, invitando al oyente a dejarse llevar por el ritmo sin resistencias. Amuletos no solo consolida la propuesta de Diobél, sino que lo posiciona como un artista con visión, sensibilidad y autenticidad. Un álbum que se distancia de la urgencia digital para construir un espacio propio, donde la vulnerabilidad es belleza y la música, un refugio.
Franklin Calderon – ¿Por Qué Malgasto el Tiempo?
Con tan solo cuatro canciones y poco más de once minutos de duración, Franklin Calderón logra algo poco común en el mundo de la música alternativa: construir un universo lírico compacto, íntimo y emocionalmente resonante, sin perder ni un segundo. Su nuevo EP, ¿Por qué malgasto el tiempo?, es una pieza que se siente más como una entrada de diario leída en voz alta que como un disco tradicional. Un trabajo donde la vulnerabilidad se asume sin dramatismo y la sencillez sonora se convierte en virtud. Por qué malgasto el tiempo? es una pregunta existencial, pero también cotidiana. Una inquietud que atraviesa todo el EP, como una bruma suave: ¿qué sentido tiene seguir escribiendo canciones, soñando, sintiendo tanto? Calderón no ofrece respuestas claras, pero sí una serie de pequeñas escenas, casi cinematográficas, donde el oyente puede reconocerse. Musicalmente, el EP habita entre el pop alternativo, el rock suave y una estética de lo-fi limpio. Las guitarras suenan transparentes, los ritmos se dosifican con elegancia, y la voz transmite una emoción que no necesita alzarse para calar profundo. Lejos de sobreproducir o maquillar las canciones, la producción opta por el minimalismo emocional: no hay adornos innecesarios. Cada nota parece estar ahí por una razón. Y es precisamente esa honestidad sonora lo que da cohesión al conjunto. Este nuevo trabajo de Franklin Calderón confirma lo que ya venía esbozando desde producciones anteriores como No quería escribir estas canciones: estamos ante un compositor que entiende la música como acto íntimo, vulnerable y emocionalmente honesto.
¿Por qué malgasto el tiempo? es, en sí mismo, una forma de responder a esa pregunta con música: porque a veces perder el tiempo es lo más valioso que podemos hacer.
DISCOLAI 